Repasar todo un año de vida es fácil si escojo las fotos que son. Esas donde salgo inmaculado, apropiado y correcto. Por ejemplo, la foto de arriba es, en mi opinión, la mejor foto que me han tomado en mi vida. Esa es el tipo de foto que pegaría en un corcho o en un álbum si no fuera por la flojera de tener que imprimirla. Mi vida como la soñé, pues. La que le contaría a mis hijos si yo fuera Ted Moesby en How I Met Your Mother.
Después están las fotos del behind the scenes. Esas que me dicen que mi año no fue tan bueno como lo fue chistoso. Las que me recuerdan que hubo momentos malos los cuales hoy no parecen tan importantes. Creo que esas son las que valen la pena conservar.
Darme cuenta que esas son las fotos memorables es pensar en la Mona Lisa. Cuando un grupo se toma una foto inmediatamente sale alguien a decir: “ay, pa ve como quedé. No, no toma otra”. La Mona Lisa no tuvo un momento así. Ella murió inmortalizada con una sonrisa que le esconde unos brackets de ortodoncia. No pudo hacer nada porque tampoco es que Leonardo le iba a decir: “ah si mi reina, cambia de pose que yo te vuelvo a pintar en cinco minutos”. Ese es mi punto. Mona Lisa es la mártir de las malas fotos.
Feliz Cumpleaños número 34 para mi. Por eso y en mi honor (y el de la Mona Lisa), estos son mis Momentos Bracketsde Mis 33 Años. Los buenos, los malos y los que no cambiará por nada.
Le escribí muchos monólogos a la loca de la izquierda y de éste es el que más orgulloso me siento.
Estuve al lado de la persona que tomó esta foto de Capriles... Me asusté con la euforia que causa Capríles.
Toqué la campana que está en el mirador en la Cota Mil porque me provocó... Es lo más revolucionario que he hecho en 14 años.
Me fui de viaje por el Mediterráneo con una gente que no conozco y tuve el mejor viaje de mi vida.
Conocí por fin a la persona que quiero ser cuando sea grande.